lunes, 30 de junio de 2008

gilada


Motero36: Hola, Divina. ¿Molesto?

Divina24: No, qué va. Esto está aburridísimo hoy. ¿De dónde eres?

M: De Segovia, ¿y tú?

D: De Valladolid. No estamos demasiado lejos, je je. Oye, ¿y a qué te dedicas?

M: Pues trabajo en el Ayuntamiento. ¿Y tú estudias o curras?

D: Soy peluquera. En el Ayuntamiento, pero, ¿qué haces exactamente? ¿Eres el Alcalde o algo así?

M: Pues no. Soy basurero.

D: Ay, tío, qué guay. Me parece súper emocionante.

M: ¿Ser peluquera?

D: No, lo de ser basurero digo.

M: Pues... no sé qué decirte.

D: Oye, seguro que te encuentras muchas cosas raras en la basura.

M: Bueno, eso sí. Una vez encontré un revólver, un revólver de verdad cargado y todo.

D: ¡Anda, qué guay! ¿Y te lo guardaste para matar a alguien?

M: Je je je, qué cosas dices.

D: En serio, ¿qué hiciste con él? ¿Lo tienes todavía? ¿Me lo podrías enseñar? ¿Me dejarás usarlo?

M: No, lo entregué a la poli.

D: Ah. Vaya.

M: ¿Te gusta tu trabajo?

D: Sí, un poco. Oye, ¿qué más cosas raras has encontrado?

M: Pues no muchas. Hace poco que tengo este trabajo. ¿Tienes novio?

D: No. ¿Te encuentras perros muertos y cosas así?

M: Pues... sí, casi todos los días. Qué cosas más extrañas me preguntas.

D: Ah, cómo mola eso de los perros muertos. ¿Y están enteros, como de muerte natural o van por trozos?

M: Esto... casi siempre enteros. Pero dime, ¿te gustaría encontrar pareja? ¿Qué esperas de esta conversación?

D: No sé. ¿Y alguna vez te has llevado los perros muertos a tu casa?

M: ¿Qué?

D: Bah, nada, cosas mías. Yo tenía un gato, pero lo maté y lo tiré a la basura.

M: Ah, interesante. Muy interesante, de hecho. Y dime, ¿cómo eres?

D: Normal. ¿Te has encontrado algún feto?

M: Caramba, Divina, pues no he tenido esa... suerte. Una vez creí que sí, pero sólo era una muñeca rota.

D: A mí me gusta desmembrar las muñecas.

M: Caray, qué cosas me cuentas. ¿Cómo te llamas? Yo Pedro.

D: María. ¿Y trozos de personas descuartizadas tampoco encuentras?

M: Joder. De momento no. Me estás haciendo unas preguntas rarísimas, María.

D: ¿Te gusta mirar en las bolsas que atraen mucho a las moscas?

M: No, María, no tengo esa curiosidad.

D: A mí sí me gusta. Siempre que paso junto a un contenedor de basuras y veo muchas moscas miro por si hay algo interesante.

M: María, ¿tú has ido alguna vez a un psicólogo?

D: No, ¿por qué?

M: Por nada, mujer, era sólo curiosidad. La misma que no tengo para mirar en las bolsas cubiertas de moscas.

D: A mí me gustan esas que son verdes y brillantes.

M: Sí, bueno, supongo que cada cual tiene sus gustos respecto a las bolsas de basura.

D: No, tonto, yo me refiero a las moscas. A mí me gustaría hacerme un collar de moscas verdes. Son muy bonitas. Y están deliciosas.

M: Ya, vale. Lo tendré en cuenta. En fin, si no te importa me voy a marchar que he quedado con unos amigos.

D: ¿Son basureros también? ¿Ellos han encontrado cadáveres en descomposición? ¿Me los presentarás algún día?

M: Adiós, María.

D: ¿Me das tu dirección de Messenger? Puedo enviarte fotos de cuerpos descuartizados, en serio. Tengo muchas.


(Cinco minutos más tarde).

D: ¿Estás ahí? ¿Por qué no hablas?

D: ¿Ya no me quieres?

D: Tengo una tortuga. Si quieres la mato y la escondo en un contenedor de Segovia para que tú la encuentres.

D: ¿Estás ocupado? Jo, no me contestas.

D: Oye, Ramón o como te llames, ¿quieres acabar en un contenedor para que te encuentren tus compañeros? ¿Te gustaría eso, cabrón?

D: Todos los hombres sois unos cerdos aprovechados y estáis locos. Tendrían que descuartizaros a todos.

D: Eres un hijo de puta y no me creo que seas basurero. Vaya mierda de basurero que no encuentra a gente muerta. Tú lo que eres es un fracasado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajajajaja ¡Qué bueno! Me he partido de risa. Un saludo.