domingo, 29 de junio de 2008

"No conozco a nadie que merezca tanto ser amado como tú"



Por la magia de la amistad vencemos de algún modo sutil a la muerte.































Lo que a veces llamamos amistad por ligereza son uniones superficiales, roces sociales. Uno dijo que la felicidad es un bosque de amigos. Pero un bosque de amigos es imposible. Eso es una asamblea. O un linchamiento. La amistad es un jardín de invernadero. Es decir, si tienes una suerte endemoniada. Los griegos creían que un solo amigo es un privilegio que los dioses no conceden a todos. Nietzsche, el aristócrata, despreciaba al hombre de muchos amigos porque, decía, estaba a la altura de muchos. Aristóteles dijo: oh, amigos míos, no hay amigos.
La amistad es también una reunión de solitarios. Alguien es amigo de veras cuando podemos estar juntos como si estuviéramos ausentes. El silencio es un tesoro que solo se puede compartir entre amigos viejos. No hay nada tan opresivo como el silencio de un extraño. Fuera del ruido del insensato.

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